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Publicado en la web un calendario con los eventos organizados en el MAS.
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El MAS reabre sus puertas después de las obras de reforma con una selección de sus mejores obras.
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Viernes 24 de noviembre de 2023
El MAS, Museo de Arte Contemporáneo de Santander y Cantabria, continúa su labor de rendir homenaje al artista y pintor cántabro Rogelio de Egusquiza (Santander, 1845 - Madrid, 1915) mediante la realización de un ciclo especial, monográfico dedicado a su figura, a su estrecha relación con el músico Richard Wagner y su círculo artístico y cultural de influencia así como a la corriente del Simbolismo.
Enmarcadas dentro de las actividades organizadas para conmemorar el centenario de su su fallecimiento, las conferencias abordarán aspectos clave en la vida y trayectoria del injustamente desconocido Rogelio de Egusquiza. Para ello, el MAS ha invitado a dos relevantes asociaciones: La Asociación Wagneriana de España y La Asociación Wagneriana de Madrid, que estarán representadas por Javier Nicolás y Rafael Agustí.
La primera de las conferencias titulada El Círculo Wagneriano a cargo del Doctor en Historia Javier Nicolás, versó sobre la influencia que ejerció Richard Wagner sobre el artista cántabro. Los breves pero intensos encuentros que ambos mantuvieron, se vieron reflejados tanto en el aprecio del músico alemán por nuestra lengua y cultura como por la influencia de la estética wagneriana en la obra y vida mística de Egusquiza. Wagner, no sólo conmocionó el mundo musical en el siglo XIX, sino que provocó una reacción de primer orden en el mundo artístico y cultural en todo el mundo por sus postulados de la Obra de Arte Total. Su Círculo de influencia. Ese Círculo Wagneriano que extendió por toda Europa, incluía no sólo a músicos, sino a artistas de cualquiera de las facetas del ámbito cultural (poetas, literatos, pintores, filósofos...) que en mayor o menor grado –sin menoscabo de su propia originalidad-, se sintieron atraídos por estos principios, en la segunda mitad del Siglo XIX y primera del Siglo XX.
Parsifal, ópera final de Richard Wagner y a la que Rogelio de Egusquiza acudió a su estreno en 1882, fue la temática de la segunda conferencia a cargo de Rafael Agustí, que tuvo lugar el pasado martes 2 de febrero. Definida como un “festival escénico sacro” por el propio músico, se basa en el poema épico medieval (del siglo XIII) Parzival de Wolfram von Eschenbach, sobre la vida de este caballero de la corte del Rey Arturo y su búsqueda del Santo Grial. Si bien, Wagner concibió la obra en abril de 1857, solo la completó 25 años después, estrenándose en el Festival de Bayreuth el 26 de julio. Desde entonces y durante el S.XX, Parsifal será epicentro operístico y escenográfico de Wagner, influenciando, asimismo, a Egusquiza.
El martes 9 de febrero se cerrará el ciclo con Salvador Carretero, director del MAS, historiador de arte y especialista sobre Rogelio de Egusquiza, persona que comisario el proyecto expositivo de 1995 y, a la vez, fue su director científico. Bajo el título Rogelio de Egusquiza y el Simbolismo, esta conferencia final abordará una completa retrospectiva sobre su figura. Carretero contextualizará la misma con un prólogo sobre el Simbolismo en Europa y, posteriormente, en España.
La exposición temporal Rogelio de Egusquiza (1845-1915): luces y sombras, intensa muestra de una veintena de obras, puede visitarse hasta el 10 de febrero de 2016 en el MAS. La misma da continuidad a una ardua y extensa trayectoria de investigación que consiguió, en su primera muestra de 1995 y en coproducción entonces con la Fundación Marcelino Botín, reunir toda su obra así como publicar un catálogo exhaustivo, única referencia bibliográfica completa del artista. Mediante la realización de esta segunda exposición en la que se recopila la obra en propiedad del museo así como de otras pertenecientes a colecciones privadas, se han expuesto obras de sus principales etapas.
Rogelio de Egusquiza y el Simbolismo, por Salvador Carretero Rebés
Salvador Carretero expondrá los criterios y conceptos del simbolismo europeo entre finales del S.XIX y principios del S.XX. De forma especial, se detendrá en el simbolismo francés y belga de un lado, así como español, de otro, de los que participó el propio Egusquiza de forma directa. Así mismo, citará otros aspectos simbolistas ingleses, alemanes e italianos, así como americanos.
Tras este preámbulo abordará la figura de Rogelio de Egusquiza, su vida y su obra y el círculo en el que se desenvolvió su compromiso estético.
Salvador Carretero Rebés, director del MAS
Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Valladolid y Licenciado de Grado en Historia del Arte por la Universidad de Cantabria. Director del MAS (Museo de Arte Moderno y Contemporáneo) de Santander desde 1990, institución que ha hecho evolucionar a través de sus exposiciones temporales, recuperaciones científicas y catalogación, actividades, exposición transversal y descentralizadora de la colección, adquisiciones y donaciones, conservación y restauración, rehabilitación del inmueble, creación de la revista Trasdós, etc. Ha comisariado más de trescientas exposiciones de arte moderno, contemporáneo y actual, nacionales e internacionales, en Cantabria, España y el extranjero. Ha dirigido y participado en multitud de proyectos; consecuencia de ello es la publicación como autor de más de cuarenta publicaciones, así como de artículos y ensayos.
Egusquiza en Bayreuth. Estreno de Parsifal y sus puestas en escena. Texto de Rafael Agustí Martínez.
La fascinación de Rogelio de Egusquiza al presenciar el estreno de Parsifal en Bayreuth queda patente en su obra. En esta conferencia comprenderemos el impacto que recibió el artista en Bayreuth en 1882 al contemplar en ese recinto mágico y místico el festival escénico sacro rodeado de los artistas más destacados de la época, y lo haremos hablando de los objetivos de Wagner y su música, pero especialmente a través de la mítica puesta en escena propuesta por el propio compositor sobre la que Egusquiza opinó en un artículo de plena vigencia en la actualidad.
Con el estreno de Parsifal en Bayreuth, Richard Wagner cumplió un sueño que ningún otro compositor pudo conseguir: representar una obra en un teatro construido con las características y peculiaridades diseñadas por el propio autor para adaptarse perfectamente a la representación desde un punto de vista visual y acústico, logrando, asimismo, toda la atención del público en el escenario y su total inmersión en el drama, a través de la disposición de los asientos. Este proyecto, que había propuesto muchos años atrás un Wagner sin recursos, sólo se pudo realizar tras la aparición de Ludwig II, Príncipe de Baviera, dando final feliz, como en un cuento de hadas, a las ambiciones utópicas del insigne compositor.
El conocimiento exhaustivo que Wagner tenía del teatro, su inagotable intuición y su indiscutible maestría para la composición, dieron como resultado una sublime partitura perfectamente acoplada a las características de la sala, hecho que, junto al misterio y profundidad espiritual del libreto, convirtieron aquellas primeras representaciones en auténticas experiencias místicas, según lo relatado por muchos de los afortunados que pudieron asistir a alguna de las dieciséis representaciones celebradas en el verano de 1882.
Tratando de evitar la manipulación o degradación de su obra y queriendo conseguir la estabilidad y consolidación del festival para el mejor legado a su familia, Wagner dejó escrito que Parsifal sólo podría representarse en su teatro de Bayreuth, prohibición que estuvo vigente hasta treinta años después de su muerte por cuestiones legales de derechos de autor.
Dentro de la amplia mayoría de opiniones elogiosas que rodearon esta obra maestra en sus primeros años de andadura, surgieron algunas voces críticas respecto al apartado escénico, al considerar que la primera producción, basada en el estilo habitual de la época de telones pintados y luces de gas, había de perfeccionarse para alcanzar la verdadera “Gesamtkunstwerk”: la obra de arte total, mediante la auténtica fusión de la música, el teatro y las artes visuales, objetivo prioritario de Richard Wagner. Con el desarrollo de la luz eléctrica en los teatros muchos opinaron que era necesario un cambio urgente, especialmente en la iluminación, factor esencial que posibilitaba la transformación y evolución del apartado escénico. Una de estas voces críticas fue la de Rogelio de Egusquiza, a través de su artículo “La iluminación del escenario”.
Por este motivo revisaremos las puestas en escena posteriores y nos detendremos especialmente en la extraordinaria de Wieland Wagner, nieto del compositor, para comprender cómo las ideas de Egusquiza y de otros pensadores influyeron en la evolución de las mismas en el festival de la colina verde, donde la tradición y la vanguardia se fueron conjugando creando algunas de las páginas más brillantes de la historia de la ópera.
Finalizaremos con el repaso de las últimas propuestas escénicas de Parsifal en el festival, propias del periodo de revolución dramatúrgica actual, no aceptada por una gran arte del público y la crítica, avivando el siempre polémico debate sobre las producciones operísticas.
Rafael Agustí Martínez – Arcos
Es Vicepresidente de la Asociación Wagneriana de Madrid. Auditor de Cuentas de profesión, ha cursado estudios musicales desde la infancia. Desde su cargo en la Asociación ha organizado conciertos, recitales y debates entre los que destaca el concierto homenaje a Wolfgang Wagner tras su fallecimiento y el concierto del Teatro Calderón que fue presidido por Eva Wagner. Especialista wagneriano y en la vocalidad del tenor en la Ópera, temas sobre los que ha publicado artículos y crónicas en las hojas wagnerianas y otros medios, así como pronunciado conferencias de forma habitual. Miembro de la asociación del Festival de Bayreuth, al que asiste asiduamente cada año. Jurado para la concesión de becas a jóvenes músicos para los cursos de verano del festival de Bayreuth. Miembro del jurado internacional constituido por la Asociación Lírica Asturiana Alfredo Kraus para la elección de los 20 mejores tenores del siglo XX.
Asociación Wagneriana de Madrid
En el mes de marzo de 1911, tras el estreno de "Tristán e Isolda", el wagnerismo madrileño constituyó la Asociación Wagneriana de Madrid.
En tan sólo dos años eran ya 2000 los asociados, bajo la presidencia del Duque de Alba y contando entre sus socios con ilustres personalidades de la sociedad madrileña, siendo uno de los más destacados, sin duda, Rogelio de Egusquiza.
Se realizaron interesantes actividades e incluso se dio pie al ilusionante proyecto de construir un teatro wagneriano en España, con motivo del 100 aniversario del nacimiento del compositor, junto al Monasterio de Piedra. Por desgracia, la actividad de la primera Asociación Wagneriana de Madrid cesó demasiado pronto.
La nueva Asociación Wagneriana de Madrid (AWM) reúne a un importante y variado grupo de entusiastas wagnerianos y cuenta con la colaboración y apoyo de sus Socios de Honor, entre los que se encuentra Eva Wagner, actual directora del Festival de Bayreuth.
La Asociación está comprometida, no sólo con la extensa obra de Richard Wagner, sino también con la inquietud, espíritu e intelectualidad de aquella Wagneriana Madrileña de 1911, impulsando y participando en importantes actividades culturales: tertulias y conferencias, conciertos, exposiciones, proyecciones, viajes…
Entre ellas se encuentran las desarrolladas en el ámbito de la estrecha y especial relación con Bayreuth, destacando la organización de viajes para sus asociados al Festival y las becas concedidas por la Asociación a jóvenes intérpretes para asistir a cursos en Bayreuth.
El Círculo Wagneriano
Así se titula la primera de las conferencias que impartirá el Dr. Javier Nicolás, Asociación Wagneriana de España (resumen de su texto).
"Podríamos hablar, de hecho, de dos círculos wagnerianos en la presente exposición, dado que en realidad existía un círculo interno y otro exterior. El círculo interno estaría formado por la influencia del compositor alemán con su entorno más inmediato, ya sea Bayreuth, Triebschen o Suiza, sin olvidar algunas estadías en Italia. Y el círculo exterior o externo, vendría reflejado en la influencia que la música y el mundo wagneriano ejerció en Alemania y otros países de Europa en tiempos del propio Wagner.
El primer círculo estaría basado en la propia familia Wagner o Liszt, y aquellos amigos o colaboradores que frecuentaban y visitaban a Wagner en su casa. Muy especialmente en Bayreuth, una serie de conocidos íntimos, músicos e intérpretes, artistas y gente adscrita al mundo de la cultura, políticos o monarcas. Un grupo variopinto, fiel, culto y con un entusiasmo por la vida y obra del maestro de Bayreuth.
El segundo círculo versaría sobre aquellos miembros de la comunidad artística y cultural que ya en el campo de la música, pintura, literatura o filosofía, por mencionar algunos, fueron unos entusiastas seguidores de Wagner y, además, transportaron ese mundo especial del músico alemán a sus propias obras. Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y desde luego España, entre otros países, con ejemplos muy conocidos en nombres de la talla de Verdi, Baudelaire, Bernard Shaw, Egusquiza, Sorozábal, Bruckner, Mahler y un largo etcétera.
Dos círculos con un denominador común: el arte wagneriano y la fidelidad a un compositor que marcó, cambió y revolucionó no sólo el mundo de la música y los teatros de ópera, sino la propia concepción artística del siglo XIX y XX.
Todos los músicos de su tiempo se vieron influenciados por la obra de Wagner, y si bien hubo muchos que lo reconocieron y lo dijeron a los cuatro vientos y no dudaron en reconocer esta influencia otros la negaron o disimularon. Bien fuese asumiendo toda la reforma wagneriana o parte de ella, ya a través de los argumentos de las obras, de la inclusión de leitmotiv, a través de escritos teóricos o por medio de programas de conciertos wagnerianos destinados a difundir su obra, fueron muy pocos los que escaparon a la influencia del Maestro de Bayreuth.
La adhesión al wagnerismo de docenas de escritores de primera fila es una prueba más de que Wagner era tan importante como músico que como poeta, pero aquí se nos presenta un problema de difícil solución, pues si bien resulta fácil de aportar documentación sobre el entusiasmo wagneriano de muchos escritores, resulta mucho más complejo poder determinar la influencia que la obra wagneriana tuvo en su producción artística. Se han hecho sesudos estudios en países y géneros concretos para ver el alcance de esta influencia, muy especialmente en Francia y Gran Bretaña, donde vemos que fue especialmente muy grande.
(...)
Durante su vida, y algunos años después, Wagner inspiró una devoción fanática que perdura hasta hoy en día. Durante un largo periodo, muchos compositores se alinearon a favor y en contra de su música. Y ese “combate” subsiste hoy más que nunca a tenor de las representaciones más que discutidas de ciertos directores de escena surgidos, eso sí, no lo olvidemos, de la propia meca del wagnerismo, de Bayreuth; y de la propia mano de los nietos del propio compositor".
CV Dr. Javier Nicolás Cintas
DATOS PERSONALES
12 de septiembre de 1960, Barcelona - España. 669.63.40.75. Pedro Soto, 15. 42300 El Burgo de Osma (Soria), aljanicin@gmail.com.
FORMACIÓN ACADÉMICA
Doctor en Historia Contemporánea:
2015, en la Universidad Autónoma de Madrid.
Diploma de Estudios Avanzados (DEA) en Sociología y Ciencias Humanas:
Realizado en la Universidad Pontificia de Comillas, en historia contemporánea, 2009.
Licenciado en Geografía e Historia:
UNED 1994 - 2004. Especialidad Historia contemporánea.
Diplomado en Turismo:
Centro de estudios técnicos aplicados (Barcelona) 1983/1986 (1º de la Promoción)
CONOCIMIENTOS IDIOMÁTICOS
Castellano y Catalán: idiomas maternos
Francés: Hablado y escrito
Inglés: Hablado y escrito
Alemán: Hablado y escrito
Italiano: Hablado y escrito
EXPERIENCIA PROFESIONAL
Espectrum S.L. (2000-Presente)
Guionista de cine y proyectos audiovisuales (España, México)
Diario de Soria (2013-2015)
Corresponsal en Soria de la zona de Ribera del Duero
Ceince (Centro Internacional de la Cultura Escolar) (2008-)
Documentalista y bibliotecario
Etopeya S.L. (2005-2010)
Gestión de museos, gestión patrimonial y exposiciones.
"Lufthansa" compañía aérea alemana (1989-2003)
Técnico en ventas y especialista en el sistema de reservas "Amadeus".
"CETA" escuela de Turismo (1993-1998)
Profesor titular en materias de Agencias y Hostelería así como de
cursillos de reservas "Amadeus" para los 3 cursos, durante 6 años.
"ICAB", agencia de viajes y "Unituvi" mayorista de viajes (1987-1989)
Guia turístico en Kenia, Tanzania, India y Nepal. Técnico de ventas.
MISCELÁNEA
Labor como conferenciante
En las últimas décadas ha dado numerosas conferencias sobre diversos temas, especialmente culturales, históricos y musicales en la sede de Asociaciones artísticas por todo el mundo en todos los idiomas que arriba describo. Algunos de los lugares: Toulouse (varias veces), Colonia y Solingen (Alemania), en la mayoría de provincias españolas (Ateneos de Madrid y Barcelona, entre otros), Nueva York (Instituto Cervantes), Tokyo, Nueva Zelanda, San Francisco, la Antártida y otros.
Labor como periodista/escritor
En los últimos 20 años ha colaborado, y colabora, con revistas españolas, hispanoamericanas, francesas, alemanas e inglesas sobre diversos temas culturales. Colaborador habitual de la revista "Amadeus" de música clásica y ópera, y de "El mundo medieval", así como de "Revista Medieval" y "Arévacos". Otras publicaciones: "Revista de Marina" (Chile), "Regards sur Wagner" (Toulouse), "Wagner" (Bayreuth), "Monsalvat" (Barcelona), "ABC", "El Ciervo", etc. Como guionista cinematográfico en una película-documental, estrenada en Nueva York, sobre ópera romántica, y actualmente en varios proyectos de documentales de cine sobre poesía, cortometrajes. Guionista de varios audiovisuales sobre temas históricos y culturales mejicanos, estrenados en México D.F. en el 2007-2008 para el gobierno de la ciudad. Redactor de textos para páginas web de diversos temas para Estudio Ayllón, así como para un proyecto audiovisual, para el Ayuntamiento de Córdoba, en el Alcázar de los Reyes Cristianos.
Labor como traductor
Ha acometido en estos últimos 30 años numerosas traducciones al castellano de libros, folletos, revistas, artículos, conferencias, asertos, enciclopedias, fascículos, etc... generalmente del alemán, inglés, francés (la gran mayoría) y en menor medida, del italiano. En verano del 2010 se publicó en la BAC (Biblioteca de Autores Cristianos) una traducción del inglés hecha por él de las memorias de un misionero en Alaska “Memoirs of a Yukon Priest”, con introducción y notas también suyas. Ha editado, a título personal una colección editorial de textos de óperas poco conocidas, de la cual se encargó de las traducciones (generalmente del alemán, del italiano y del francés) al castellano, así como de toda la gestación editorial.
Labor como Bibliotecario/Archivador
Su primer trabajo como bibliotecario y archivador fue, como voluntariado, en Asociaciones operísticas de Barcelona en torno a la revista de música y ópera “Monsalvat”, desde los años 1978 a 1984. En el ínterin, en 1981, fue bibliotecario durante 15 meses en la Biblioteca del CIR nº 4 “Cerro Muriano” en Córdoba, encargándose de la adquisición y compra, catalogación y archivo de los libros y revistas del centro. Por último, en el CEINCE (Centro Internacional de la Cultura Escolar), según puede verse más arriba. A destacar también su labor de bibliotecario de su propia biblioteca, que cuenta con unos 15.000 libros y más de 10.000 revistas, de ámbito histórico, musical y literario.
Asociación Wagneriana de España
wagneriana@telefonica.net - 627 60 84 71
La Asociación Wagneriana de España (AWE), es una entidad cultural sin ánimo de lucro, inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones, que tiene por objetivos el estudio y la difusión de la obra del poeta y compositor Richard Wagner y de los artistas que, en mayor o menor grado –sin menoscabo de su propia originalidad-, se sintieron atraídos por los postulados de la “Obra de Arte Total”, en cualquiera de las facetas del ámbito cultural. La AWE está formada por un grupo de entusiastas aficionados a la obra wagneriana, carece de recursos, no recibe ningún tipo de subvención y los cargos en la misma no son remunerados, son ad honorem. Son Socios de Honor de la AWE los siguientes artistas: Dª Celia Esaín, mezzosoprano. D. Ben Heppner, heldentenor de fama internacional. D. Albert Mamriev, afamado pianista y concertista internacional.
Desde su fundación en 2008, la AWE ha venido desarrollando una prolífica labor cultural, como:
- Impartición de conferencias-audiovisuales sobre los artistas wagnerianos, (músicos, poetas, literatos, pintores, escenógrafos…).
- Organización y patrocinio de conciertos inéditos.
- Asistencia a Conciertos, Representaciones escénicas y Exposiciones en España y el extranjero (Madrid, Barcelona, Santiago de Compostela, Arroyomolinos, Pozuelo de Alarcón, La Coruña, Valladolid, Zamora, Daimiel, El Burgo de Osma, Burgos, Zaragoza, Sigüenza, Venecia y Wels).
Para la consecución de dichas actividades han colaborado desinteresadamente con la AWE instituciones, públicas y privadas como:
La Unidad de Música de la Guardia Real; la Catedral y el Ayuntamiento de Burgos; el Centro Cultural Moncloa, del Ayuntamiento de Madrid; la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales, de Madrid; el Ayuntamiento y la Banda Municipal de Daimiel; el Ayuntamiento de Ejea de los Caballeros y la Mancomunidad de Las Cinco Villas; el Conservatorio Superior de Música de A Coruña; el Palacio de Sástago de Zaragoza; el Ayuntamiento y la Casa de Cultura, de San Lorenzo de El Escorial; el área de Cultura del Ayuntamiento y la Catedral del Burgo de Osma; el Ayuntamiento de Sigüenza; el Centro Penitenciario de Soto del Real –donde se impartió a los reclusos un audio-visual sobre “Música y Naturaleza”-; el Ayuntamiento de Arroyomolinos; el Teatro Victoria, de Madrid; Caja Duero-Caja España, de Zamora; el Casino de Madrid; el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón; el Ateneo de Madrid, Aprodebur (Asociación para el Progreso y Desarrollo de El Burgo de Osma); la Asociación Zamorana de la Música “Bellas Artes”; la Asociación de Amigos del Románico; “Quinteto Ciudad de Soria”; Radio Daimiel; la Asociación de Amigos de Valeriano; la Associazione Richard Wagner di Venecia; la Asociación Sociedimus; y Bell’Arte Europa ICS.
Y prestigiosos músicos como: Dª Esther Ciudad, organista y profesora del conservatorio de Zaragoza. Dª Bernadetta Raatz, pianista y Presidenta de Bell’Arte Europa Internacional Cultural Society. D. Albert Mamriev, pianista y concertista ya citado. D. Ángel Recas, pianista y concertista. D. José Hernández, pianista. Dª Elena Aker, arpista. D. Guillaume J. Alfonso, pianista y compositor. D. Brian Bufon, compositor. D. David Igualador, organista. El Orfeó Manresá. Unidad de Música de la Guardia Real.
Entre sus publicaciones destacan:
- Hojas Wagnerianas, publicación periódica de la AWE.
- Programas de mano para la proyección de audiovisuales en el Ateneo de Madrid (25); Concierto del Bicentenario, y distintos conciertos en los Auditorios de Música de Valladolid, de Santiago de Compostela y de Madrid.
- Miscelanea Wagneriana, libro de textos inéditos en castellano sobre Richard Wagner.
- Wagner definitivo, CD con la primera grabación mundial de dos piezas cortas inéditas, cinco piezas compuestas para el Bicentenario del nacimiento de Richard Wagner y 6 piezas del Concierto conmemorativo del citado Bicentenario, en el Teatro Monumental de Madrid.
El Circulo Wagneriano, por el Dr. Javier Nicolás (texto completo)
Podríamos hablar, de hecho, de dos círculos wagnerianos en la presente exposición, dado que en realidad existía un círculo interno y otro exterior. El círculo interno estaría formado por la influencia del compositor alemán con su entorno más inmediato, ya sea Bayreuth, Triebschen o Suiza, sin olvidar algunas estadías en Italia. Y el círculo exterior o externo, vendría reflejado en la influencia que la música y el mundo wagneriano ejerció en Alemania y otros países de Europa en tiempos del propio Wagner.
El primer círculo estaría basado en la propia familia Wagner o Liszt, y aquellos amigos o colaboradores que frecuentaban y visitaban a Wagner en su casa. Muy especialmente en Bayreuth, una serie de conocidos íntimos, músicos e intérpretes, artistas y gente adscrita al mundo de la cultura, políticos o monarcas. Un grupo variopinto, fiel, culto y con un entusiasmo por la vida y obra del maestro de Bayreuth.
El segundo círculo versaría sobre aquellos miembros de la comunidad artística y cultural que ya en el campo de la música, pintura, literatura o filosofía, por mencionar algunos, fueron unos entusiastas seguidores de Wagner y, además, transportaron ese mundo especial del músico alemán a sus propias obras. Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y desde luego España, entre otros países, con ejemplos muy conocidos en nombres de la talla de Verdi, Baudelaire, Bernard Shaw, Egusquiza, Sorozábal, Bruckner, Mahler y un largo etcétera.
Dos círculos con un denominador común: el arte wagneriano y la fidelidad a un compositor que marcó, cambió y revolucionó no sólo el mundo de la música y los teatros de ópera, sino la propia concepción artística del siglo XIX y XX.
Todos los músicos de su tiempo se vieron influenciados por la obra de Wagner, y si bien hubo muchos que lo reconocieron y lo dijeron a los cuatro vientos y no dudaron en reconocer esta influencia otros la negaron o disimularon. Bien fuese asumiendo toda la reforma wagneriana o parte de ella, ya a través de los argumentos de las obras, de la inclusión de leitmotiv, a través de escritos teóricos o por medio de programas de conciertos wagnerianos destinados a difundir su obra, fueron muy pocos los que escaparon a la influencia del Maestro de Bayreuth.
La adhesión al wagnerismo de docenas de escritores de primera fila es una prueba más de que Wagner era tan importante como músico que como poeta, pero aquí se nos presenta un problema de difícil solución, pues si bien resulta fácil de aportar documentación sobre el entusiasmo wagneriano de muchos escritores, resulta mucho más complejo poder determinar la influencia que la obra wagneriana tuvo en su producción artística. Se han hecho sesudos estudios en países y géneros concretos para ver el alcance de esta influencia, muy especialmente en Francia y Gran Bretaña, donde vemos que fue especialmente muy grande.
Ciertamente la música de Wagner es descriptiva en sí misma y está plagada de emociones y sentimientos, pero no por ello al maestro de Bayreuth se le puede calificar sólo como músico o solo como dramaturgo, sino que hay que considerarlo como un poeta dramático; como un literato musical, y es precisamente por la importancia que tiene el texto en las obras de Wagner, por lo que resulta a la vez curioso e interesante descubrir la influencia que su obra tuvo en diferentes países de Europa en los que al reconocimiento musical de su obra hay que unir su merecida fama como escritor dramático, lo que dio lugar a que su obra fuera traducida e interpretada en las diferentes lenguas del país en que se ofrecía.
Y esa es precisamente una de las grandes diferencias de Wagner con respecto a otros músicos y, especialmente, a los compositores de ópera en toda Europa: Wagner escribía sus libretos, todos. Y los escribía en verso, y no sólo eso, sino que además tenían un corpus estilístico y literario muy bien equilibrado, impecable.
Y, no sólo componía la música y los textos, sino que, además, escribió miles de páginas sobre todo tipo de estética y cultura que va desde un corpus filosófico y religioso muy profundo, a estudios muy concienzudos de teoría musical y de dirección de orquesta o composición. Y, si fuera esto poco, miles de cartas componen su correspondencia personal donde refleja muchos de los problemas en los que diariamente se veía implicado a causa de los estrenos y la representación de sus obras.
Y, además, ideó y construyó un teatro monumental para sus obras, el primer teatro especializado del mundo, en un solo compositor, con las prescripciones técnicas adecuadas para que la sonoridad fuera impecable, e ideó el foso de la orquesta, y amplió los instrumentos de la misma, e inventó un nuevo instrumento llamado Tuba Wagner, y consiguió logros importantes como el apagar las luces del Teatro durante las representaciones, o que no se aplaudiese en medio de sus obras.
El corpus de la obra de Richard Wagner, especialmente por su mensaje innovador, su riqueza cromática y por la insistencia de su autor en difundirla, tuvo un eco inmenso en toda Europa. Sin duda influyó también en la difusión de su obra la afición por viajar de Wagner, que lo llevó a visitar diferentes países y a entrar en contacto con numerosos artistas, muchos de los cuales mostraron su admiración por el maestro, su vida y su obra.
El influjo wagneriano se hizo manifiesto en Europa en las obras de muchos de sus artistas, que utilizaron temas legendarios o místicos y grandes formaciones musicales en la composición de sus obras. Y asimismo en el campo de la pintura fueron también muchos los artistas, grabadores e ilustradores que destacaron por sus obras claramente románticas, y en ocasiones inspiradas en obras wagnerianas.
Particularmente en España la influencia wagneriana fue notable a principios del siglo XX, hecho que llama la atención pues Wagner nunca estuvo personalmente en nuestro país, a diferencia de otros países que mencionamos en esta conferencia, en todos los cuales pasó diversas temporadas. La influencia wagneriana se dejó notar principalmente en Barcelona y Madrid.
Hay diversos motivos presentes en el estilo propio de la música wagneriana sin precedentes en la historia musical hasta entonces, tocantes a la expresión emocional, la introducción de nuevas ideas en la armonía, la creación de los leitmotiv y la estructura operística, diferenciando claramente ópera y drama. Básicamente, a partir del Tristán e Isolda, exploró los límites tradicionales de la armadura tonal, marcando el camino de la atonalidad en el siglo XX. Algunos historiadores musicales fechan el comienzo de la música clásica moderna desde las primeras notas de Tristán, conocidas como el acorde de Tristán.
Durante su vida, y algunos años después, Wagner inspiró una devoción fanática que perdura hasta hoy en día. Durante un largo periodo, muchos compositores se alinearon a favor y en contra de su música. Y ese “combate” subsiste hoy más que nunca a tenor de las representaciones más que discutidas de ciertos directores de escena surgidos, eso sí, no lo olvidemos, de la propia meca del wagnerismo, de Bayreuth; y de la propia mano de los nietos del propio compositor.