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Luis Sazatornil. Conferencia sobre Pablo Picasso

Tal vez no haya habido nunca en la historia un artista tan controvertido y mitificado como Pablo Ruiz Picasso (Málaga, 1881-Mougins, 1973). Sobre él y su obra se han escrito miles de libros y un número incalculable de artículos. Muchos de estos textos han insistido en facetas quizá irrelevantes (su arrebatadora personalidad, sus amores o su militancia política), que poco hubieran interesado si no hubiese sido por la capital importancia de este personaje para el desarrollo del arte contemporáneo.

 

Picasso es el gran monstruo del arte del siglo XX. Su obra intemporal enlaza el pasado con el futuro a lo largo de más de 70 años de extraña “juventud creativa”. En sus obras hay continuos homenajes a la tradición, a los clásicos de la Historia del Arte (desde los griegos a Cézanne, pasando por El Greco, Rubens, Velázquez, Goya...), pero en un ambiente de ruptura radicalmente innovador. Transita por estilos, modos y maneras sin atenerse a fronteras y rompe jerarquías y límites entre las diferentes técnicas artísticas. Es, ante todo, un creador. Pinta, graba, esculpe, moldea y dibuja; adapta y mezcla técnicas, reproduce sus obras, está en todas partes, para ser siempre la referencia en un caso de inusitada, casi siempre fresca y extrañamente vital creatividad.

 

Su impaciencia creativa le convierte en un creador inagotable de imágenes. Sus constantes cambios de estilo no responden a un orden lineal, sino que multiplican sus recursos expresivos para hacer prevalecer el pensamiento. Tras sus primeras obras vagamente modernistas de Barcelona, viene el Picasso “azul y rosa” de los duros años primeros en Montmartre. Más tarde llega el escándalo de Las señoritas de Aviñón y los años de la prodigiosa aventura cubista con su amigo Braque. Después de la Primera Guerra Mundial Picasso coquetea con la “vuelta al orden” pero, siempre desconcertante, alterna obras aparentemente "tradicionales" con otras radicalmente innovadoras, en las que introduce distorsiones cada vez más violentas. Se anuncia así un periodo de grandes preocupaciones intelectuales en el que los contactos de Picasso con los escritores surrealistas contribuye a que el artista defina mejor sus objetivos y profundice en temas no abordados hasta entonces. Picasso entraba así en la órbita del surrealismo, con el Guernica como la obra culminante de esa etapa.

 

Durante los años cuarenta y cincuenta se compromete con el mensaje pacifista. Es ya un mito viviente admirado por amigos y adversarios. Pero Picasso no se acomoda y emprende nuevas aventuras creativas: esculturas en las que emplea abundantemente  "materiales encontrados", experimentación con diversas técnicas de grabado y cerámica. Se propaga la leyenda de la “eterna juventud creadora" de Picasso, que se correspondía con su rara vitalidad biológica. El artista maduro, casi anciano, sigue produciendo incansablemente una obra variada, fresca y jovial, casi desvergonzada. Picasso es, en definitiva, analizado en su conjunto o a través de cada uno de sus muchos periodos, una guía orientadora del Arte del siglo XX y sigue, sin lugar a dudas, de actualidad, como uno de los mas audaces estímulos para los creadores actuales.

 

LUIS SAZATORNIL

Premio Extraordinario de Licenciatura y Doctor en Historia del Arte por la Universidad Autónoma de Madrid, es profesor titular de Historia del Arte en la Universidad de Cantabria, donde imparte la docencia sobre Arte Contemporáneo desde hace 15 años. Ha sido investigador invitado en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y en el “Centre Ledoux” de la Université Paris 1 (1994-1995). En 1996 fue galardonado con la medalla del Colegio de España en París.

Aunque su trabajo de investigación se ha centrado en la arquitectura contemporánea (entre sus publicaciones destacan los libros Antonio de Zabaleta. La renovación romántica de la arquitectura española, 1992; El Palacio de la Magdalena. Arquitectura y veraneos regios, 1995; Arquitectura y desarrollo urbano de Cantabria en el siglo XIX, 1996) también se ha ocupado de la pintura y el grabado, coordinando las exposiciones y catálogos: Imagen artística de Santander y su puerto, 1575-1950, 1995; España en sombras: de Goya a Solana. Colección UC, 2003. Asimismo, es colaborador habitual en revistas especializadas (Revue de l’Art, Archivo Español de Arte, Reales Sitios, Trasdós...) y publicaciones monográficas (La casa en Cantabria; Santander fin de siglo; Arquitectura y modernismo; La Historiografía del Arte español en los siglos XIX y XX; La cultura española en la Restauración). Bajo su dirección se han elaborado diversos proyectos de investigación financiados por la Autoridad Portuaria de Santander, la Fundación ICO, la UIMP, el Ministerio de Cultura, el Gobierno de Cantabria y la Fundación Carolina.

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