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Nicanor Gómez

NICANOR GÓMEZ VILLEGAS 

(Villasevil de Toranzo, Cantabria, 1969)

 

Doctor en Historia Antigua por la Universidad de Cantabria, y Master en Filología Hispánica, amplió estudios en centros especializados de Roma, París, Bonn y Dublín. Su área de investigación es la Antigüedad Tardía. Ha publicado los libros Gregorio de Nazianzo en Constantinopla. Ortodoxia, heterodoxia y régimen teodosiano en una capital cristiana (Madrid, 2000), y junto a Antonio Lago Carballo y como editores, Un viaje de ida y vuelta (Siruela, Madrid, 2006). Actualmente es director del Colegio Mayor Universitario Isabel de España de la Universidad Complutense madrileña, y realiza colaboraciones en prensa y revistas especializadas.

 

GUTIÉRREZ SOLANA, José

(Madrid, 1886-1945)

Solana estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando; después alternó estancias entre Santander y Madrid. Solana crea un propio estilo, nada académico ni inclinado a las vanguardias, por más que frecuente la intelectualidad reunida en la tertulia de Pombo. Hizo una primera exposición en París en 1928, resultando un fracaso, pero en 1936, cuando comienza la Guerra Civil, Solana es famoso y reconocido fuera y dentro de España. Se traslada a Valencia y luego a París, donde publica París (1938). En 1939 vuelve a Madrid, donde fallece el día de San Juan de 1945.

 

La  pintura de Solana refleja, como la de Darío de Regoyos y la de Zuloaga una visión subjetiva, pesimista y degradada de España, muy influenciada por les textos de la Generación del 98. Fuera de la influencia que en él ejercen los pintores del tenebrismo barroco, tanto por su temática lúgubre y desengañada como por las composiciones de acusado claroscuro, es patente la influencia de las pinturas negras de Goya. Su pintura es feísta y destaca la miseria de una España sórdida y grotesca, mediante el uso de una pincelada densa y de trazo grueso en la conformación de sus figuras. Su paleta tenebrista resalta el oscurantismo de una España divida en tres temas: las fiestas populares (El entierro de la sardina), los usos y costumbres de España (La visita del obispo) y los retratos (1920, Mis amigos)

 

Su obra, de gran carga social, intenta reflejar la atmósfera de la España rural más degradada, de manera que los ambientes y escenarios de sus cuadros son siempre arrabales atroces, escaparates con maniquíes o rastros valleinclanescos (por los que sentía especial predilección), tabernas, "casas de dormir" y comedores de pobres, bailes populares, corridas, coristas y cupletistas, puertos de pesca, crucifixiones, procesiones, carnavales, tertulias de botica o de sacristía, carros de la carne, caballos famélicos, ciegos de los romances, "asilados deformes", tullidos, prostíbulos, despachos atiborrados de objetos, rings de boxeo, ejecuciones y osarios.

 

 Como escritor tiene un estilo semejante, de grandes cualidades descriptivas, vigoroso y enérgico, apropiado para la estampa costumbrista. Por ello la mayoría de sus obras son libros de viajes. Sus escritos más importantes son Madrid: escenas y costumbres (1913 y 1918, dos vols.), La España negra, 1920, Madrid callejero, 1923 y Dos pueblos de Castilla, 1925. También escribió una novela, Florencio Cornejo (1926).