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Publicado en la web un calendario con los eventos organizados en el MAS.
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El MAS reabre sus puertas después de las obras de reforma con una selección de sus mejores obras.
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Viernes 24 de noviembre de 2023
ARACELI GONZÁLEZ VÁZQUEZ
(Torrelavega –Cantabria, 1976)
Licenciada en Historia por la Universidad de Cantabria y en Antropología Social y Cultural por la de Deusto. Escribe poesía, prosa y teatro. Ganadora de diversos premios, entre los que destacan el José Hierro (1997), Consejo Social de la Universidad de Cantabria (1997 y 2001), UIMP (1998), Lituma (1999), etc… Su obra narrativa figura en las antologías Espejo de papel (1998) y Palabra e imagen (1999). Con su obra de teatro Juan Cruz fue finalista del premio Ricardo López Aranda (1999). En la actualidad trabaja en su tesis doctoral sobre género e Islam en Marruecos.
French Mandarino (Mayo del 68)
Henry Miller vive en la Villa Borghese y Boris acaba de ofrecerle un resumen de sus opiniones. Boris es un profeta del tiempo. Henry le ha pedido una y otra vez que encargue pan para el desayuno, pero siempre se le olvida. Henry opina que en todos los poemas de Matisse figura la historia de una partícula de carne humana que rechazó la consumación de la muerte; toda la extensión de carne, desde el cabello hasta las uñas, expresa el milagro de la respiración. Sobrado tiene su mayo del 68 y yo tengo mi mayo del 2005 en Buenos Aires; a nadie le importa si mana sangre la pupila del otro. La campana de cristal de Sylvia Plath y la Poesía completa de Rimbaud; esos son los dos libros que compré en mayo en la calle Corrientes. Rimbaud dice que realmente ha llorado demasiado, que toda luna es atroz, y que hoy cree haber terminado el relato de su infierno. Sylvia Plath se suicidó con gas. “Sé joven y cállate”, esta es una de las consignas críticas que se lanzaban en mayo del 68; el ácrata del sexo Cohn-Bendit es hoy en día el líder del Partido Verde. Las revoluciones de cuarenta mil palabras nos dejaron más que nostalgia.
Yo viví un tiempo fascinada por una fotografía de Ellen von Umwerth; se titulaba Kate, Paris, 1993. Von Umwerth es alemana, fue modelo en los años setenta y actualmente se dedica a la fotografía. En abril me estaba volviendo un poco setenteira, con el rollo Kinks y esas cosas. Pero en pleno éxtasis vietnamita, llega la Bego con Etta James, Jefferson Airplane y Adamo. Yo también escuchaba mucho a Blur, especialmente This is a low, y únicamente porque era una canción con la que desfallecía mi tristeza y porque decía bay of Biscay. Luego emprendí algunas cruzadas contra el silencio:
Una mañana me llevé a Panero a clase. A Leopoldo María. Lo necesitábamos para escribir el texto de unas fotos. Finalmente optamos por un poema de Luis García Montero, pero el título del trabajo era un verso del hombre al que llaman Pertur: "Mi gesto eterno". Aquel fue un día Panero. Por la tarde fui a Santander en tren y me lo llevé otra vez. Pasé por "Así se fundó Carnaby Street" como por una autopista, pero ante lo demás mi mente se sintió extasiada como aquella madrugada subiendo las escaleras del Milion, en Buenos Aires, con Paul a mis espaldas. En clase, Ernesto encontró en el libro -la poesía completa, en edición de Túa Blesa- una cita que le llamó la atención (de "Heroína y otros poemas", 1992):
"Tengo mi pipa de opio aquí al lado
de un libro de metafísica alemana.
El tiempo, y no España, dirá quién soy yo"
Yo creo que el libro pudo haber sido "Ser y tiempo" de Heidegger, ¿alguien lee filosofía? ¿alguien superó la selectividad del noventa y tres escribiendo sobre las ideas de un colaborador de los nazis?
De mi segunda cruzada contra el silencio no hay mucho que relatar. Únicamente que me di cuenta de que la película “El bueno, el feo y el malo” en realidad se titulaba en inglés "el bueno, el malo y el feo" (the good, the bad, the ugly). Añado que The good, the bad, the ugly es el título de un disco de Sonny Vincent. Y que Clint Eastwood es el título de una canción de Gorillaz. Y que en Gorillaz canta Damon Albarn, el antiguo vocalista de Blur.
La música de mi gesto eterno: Ya Tair de Fairuz y Tu me fait tourner la tete de Édith Piaf.
Una de las películas que me hubiera gustado ver aquel fin de semana era "El hombre de la cámara" (Man With a Movie Camera, 1929), de Dziga Vertov. Rodchenko le llamaba a la fotografía "socialismo del instante" o "socialismo instantáneo". Rodchenko lanzaba una exhortación: "¡fotografiad y sed fotografiados!".
La traducción al castellano de un poema de Pessoa:
"Dicen que finjo o miento todo lo que escribo. No. Yo simplemente siento con la imaginación. No uso el corazón. Todo lo que sueño o vivo, lo que me falla o acaba, es como una terraza, aún sobre otra cosa esa cosa es la que es bella. Por eso escribo en medio de lo que no está al pie, libre de mi ensueño, seguro de lo que no es ¿Sentir? ¡Que sienta quien lee!"
Eduardo Haro Ibars, el difunto hijo de Haro Tecglen, escribió en una ocasión lo siguiente sobre su buen amigo el "psicopoeta" de Mondragón:
"Panero es un fracaso: como poeta, como hombre, como suicida"
Lautreamont, al que tout le monde cita para decir que el plagio es necesario, fue más punzante, creo yo, cuando dijo de sí mismo:
"Yo soy hijo de hombre y de mujer, según me han dicho. Eso me extraña, creía ser más"
En ese tout le monde de antes está Bernardo Atxaga, del que recomiendo cualquier cosa, menos su intervención en el documental de Periferias/Periferike que vi el año pasado en Bilbao. Big bang mandarino es todo que puedo reconstruir del nombre de su contribución al etilismo de la élite periférica. Una ruina de brebaje literario. O un delirio post-mandarino frente a la cámara.
De Unknown road, un disco del grupo de punk Pennywise, saqué una de las citas con las que abría uno de mis relatos:
"Two roads diverged in a wood, and I, I took the less travelled by, and that, that has made all the difference" (Dos caminos divergían en un bosque, y yo, yo tomé el menos transitado, y eso, eso ha hecho que todo sea diferente)
Son versos de un poeta norteamericano, Robert Frost. Fuera de contexto. Frost asegura en su poema, titulado “The road not taken” (el camino no elegido) que a todos nos gusta decir, al mirar atrás, que hemos caminado por las vías más boscosas y menos transitadas. A todos nos gusta decir que tuvimos elección. Y que somos lo que quisimos ser. Geertz dice que nacemos con la posibilidad de ser mil cosas y acabamos siendo tan sólo una. Y Marcuse afirma que la libre elección de amos no suprime a los amos ni a los esclavos. Cortázar escribió lo siguiente: “Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos”. Pensaba en el amor.
“Los tiempos antiguos de la sangre fría, la clase de memoria que convierte tus huesos en cristal, que convierte tus huesos en cristal”. Estos versos pertenecen a la canción Cold blooded old times, de Smog, de la BSO de la película Alta Fidelidad. Alta Fidelidad, de Stephen Frears, está basada en el libro de Nick Hornby. Un crítico escribió de ella que Frears la había rodado con la misma dejadez que aquel que rueda un documental sobre calibraje industrial de tuercas. La metáfora es original; eso es lo que le pedía Orwell a las analogías, que se alejaran de la rutina y que reflejaran el ingenio del autor. La noche del 11 de agosto estuve viendo Las Amistades Peligrosas. Leí en alguna parte una enorme tontería, que Merteuil llora al final de la película por la posición social perdida. Creo recordar que llora un par de veces; primero, por la muerte de Valmont, y segundo, porque adquiere la certeza de que Valmont no la amaba. Y esto lo sabe en el teatro; él es el único que ha podido destruir su honorabilidad. John Malkovich está soberbio en esa escena en la que un gesto de Valmont manda ipso facto a la Thurman a potar a palacio.
Por el correo supe de la muerte de Andrea Dworkin, la feminista norteamericana, activista anti-pornografía y estudiosa de la violación. En el primer correo que me llegó sobre la muerte de Dworkin -el primero de tres-, me mandaban una extensa biografía. Supe que Courtney Love –la viuda de Kobain- iba a interpretar el papel de una estrella porno, pero ando un poco lenta de reflejos como para relacionarlo con el Lovelace Gate. Y para más inri, la Dworkin se muere antes de que se estrene la película. Courtney Love interpretará el papel de Linda Lovelace, la protagonista de la película porno Deep Throat (Garganta Profunda), que después de unos años y al contacto con Dworkin y McKinnon, denunció que había sido forzada a interpretar lo que se filmó. Lovelace murió en 2002, días después de tener un accidente de tráfico. Dworkin ha muerto a los 58 años, pero no se sabe aún de qué. Los trabajos de Dworkin defienden la idea de que la pornografía está estrechamente relacionada con la violencia hacia las mujeres, y en consecuencia, con la violación.
La primera tarde que pasé en el Museo estaba granizando; el cielo en zona 5 y subiendo, más o menos. La noche “mayo del 68”, como yo la llamo, leí unos cuántos poemas escritos por el difunto Papa. Uno de ellos se titulaba "el vuelo del pelícano". Mi poemario en curso se titula otra vez "La muerte del pelícano". Ese fue el título de "Cascabeles de hielo" antes de que me acordara del patxaran y lo cambiara. Mi pelícano no es ultracatólico. Me encantan los sincronismos.
Una de las hipótesis plantea que al papa Juan Pablo I se le asesinó con efortil, un fármaco que nos resulta muy familiar a los que tenemos la tensión baja. Esto es curioso, porque los médicos suelen repetir que tener la tensión baja es un "seguro de vida". Antes de la elección de Benedicto XVI escribí que a un papa hipotenso le seguía uno hipertenso. Por aquel entonces, uno de los favoritos para suceder a Juan Pablo II era el arzobispo de Buenos Aires, jesuita, como algunos de mis profesores en Deusto. No me hubiera gustado estar en Buenos Aires bajo una explosión de júbilo cristiano. Pero hubo explosión de júbilo igualmente; la mía.
“Huye, Adso, de los profetas y de los que están dispuestos a morir por la verdad, porque suelen provocar también la muerte de muchos otros, a menudo antes que la propia, y a veces en lugar de la propia (...) quizá la tarea del que ama a los hombres consista en lograr que éstos se rían de la verdad, lograr que la verdad ría, porque la única verdad consiste en aprender a liberarnos de la insana pasión por la verdad”. Este era Guillermo de Baskerville hablándole a Adso sobre Jorge, en El nombre de la rosa, la novela de Umberto Eco. Le habla de la verdad instrumental. Interesante también. En 1984, la novela de Orwell, existe un Ministerio de la Verdad. In vino, veritas. Wittgenstein decía que la lógica del mundo es anterior a cualquier verdad o falsedad y pocos le entendían. George Weigel -biógrafo de Papas (lo era del anterior y parece que opta por el reciclaje laboral)- dice de Benedicto XVI que no tiene la "personalidad pirotécnica" de Wojtyla. Interesante lo de la "personalidad pirotécnica" ¿Se refiere a la artificialidad de los fuegos de artificio? ¿O pasa por el latín y con el artificio se refiere al Arte?
Nietzsche nació el día 15 de octubre. El día 24 de abril, el día de mi nacimiento, la Iglesia Católica honra la memoria de San Egberto de Northumbria y San Fidel de Sigmaringen. Los dos eran proselitistas, Egberto en Inglaterra e Irlanda en el siglo VIII, y Fidel en Suiza y Austria en el XVII. Fidel de Sigmaringen es un mártir suizo de la época de la Contrarreforma que murió el 24 de abril de 1622, en Sévis. Fidel, cuando entró en la Congregación Romana de la Propaganda de la Fe, empezó a firmar sus cartas de la siguiente manera: "P. Fidelis, prope diem esca vermium" (en unos días, pasto de los gusanos). Así dejaba constancia de los riesgos de su oficio.
El día 5 de octubre de 1914, Wittgenstein escribe en su diario que en los últimos días ha pensado con frecuencia en Russell. Y añade: ¿Seguirá él pensando en mí? La única carta que se conserva de las enviadas por Russell a Wittgenstein lleva fecha del 5 de febrero de 1915. Y precisamente en ella le dice: "He estado pensando constantemente en ti".
Jung hizo algunas reflexiones interesantes sobre la sincronicidad; pero curiosamente empleó una anécdota más que insulsa para ilustrar el concepto. La del escarabajo: una paciente le habla sobre un sueño en el que aparece un escarabajo y en ese preciso instante entra uno por la ventana. Si al menos el escarabajo hubiera portado el DNI de Gregor Samsa, la anécdota insulsa podría haber sido llamada “kafkiana”. La de Wittgenstein y Russell es una sincronicidad interesante. Filósofos que piensan en filósofos y que necesitan saber y decirse si el uno piensa en el otro. Cartas y anotaciones en el Diario escritas un día 5 del mes. Bertrand Russell escribió algunos párrafos conmovedores sobre las reglas, pero ya no recuerdo dónde ni qué decía. Quizá no era Russell, sino el viejo Witt; quizá estoy viviendo dentro de un cóctel intelectual. Leo para evadirme de algunas realidades alucinadas. Recuerdo bien los argumentos del ensayo On youthful cynicism (Sobre el cinismo de la juventud) del filósofo inglés y los del ensayo de Orwell Why I write? (¿Por qué escribo?). He visto a medias A los que aman, de Isabel Coixet; me dosifico la nostalgia de lo que nunca viviré. Mafalda Arnauth canta fados mientras la revolución se desvanece. La única opción pudo haber sido despertar del sueño, o soñar que no he sabido soñar, o que me vuelvo una empirista clásica y me abandono.
¿Qué tienen en común el gato de Cheshire y el de Schrödinger? El primero aparece y desaparece en Alicia en el País de las Maravillas, la novela de Lewis Carroll. El segundo está vivo y está muerto en la paradoja del físico austriaco Erwin Schrödinger. El de Cheshire es un filósofo. El segundo está ahí, es un gato instrumental. Sin embargo, el primero no pasa de cabrear a una niña y el segundo, sin abrir la boca, pone en evidencia las inconsistencias de la teoría cuántica. Dicen que Stephen Hawking dijo una vez: "cuando oigo hablar del gato de Schrödinger, cojo mi pistola", parafraseando al nazi Hermann Göring: "Cuando oigo la palabra cultura, cojo mi Browning". Con esto en mente, ¿cuál es la diferencia entre una gata de Cheshire y una gata de Schrödinger?
La primera vez que vi el cuadro mayo del 68 de Pedro Sobrado granizaba, y lo disfruté con la incómoda velocidad de la que hablaba Virginia Woolf en su diario el domingo 15 de enero de 1932. O eso creo ahora.
Este es el hábito de silencio que nos alimenta día tras día: saber que estamos hechos de una luz de ficción, y que nacemos para gestar el pensamiento dándole cuerpo a una gramática insomne. Este es el idioma del prestidigitador, dolores innecesarios y sombras que desafían su propia indiferencia dentro de un espejo. La mirada nos habla con el golpe seco de una luz, y esa es una señal de humo invisible a la que hace tiempo que nos hemos rendido dentro de este laberinto. La rutina se desnuda con precisión mecánica en el instante de la fuga. La realidad se construye con olvido y nos lanza un golpe minúsculo en el cielo de la boca. Hemos llorado para aniquilar esta mirada sedienta pero todo ha sido en vano; este hábito de silencio es nuestra manera de conjurar el tránsito perenne al que parecíamos sometidos.
Dentro del espejo no existe más realidad que la de una búsqueda estéril, demasiado incierta para ser eterna, demasiado real para perdurar contigo. En un constante y feroz abrir y cerrar de ojos, la realidad cae sobre la cordura y ésta se rompe la cabeza pensando en lo que somos y en lo que vemos. Y de súbito existe una pregunta, la única, y un consecuente intento de deconstrucción que nace de la oscuridad de la respuesta.
... pero yo sólo quiero que te dejes enredar por la locuaz locura que deja en esta imagen su huella cotidiana. Que te acerques a este cuadro muerto de sed, como siempre has hecho, y que hagas de él un signo de interrogación de fertilidad extrema. Que te refugies en un intersticio de soledad urbana en el que no pueda encontrarte nadie. Que te sientas a salvo de los mártires del extraño equilibro de la luz, de todos los relojes que acaban contigo y que saben que necesitas una última mirada en la que ahogarte. Que te encuentres por un instante sorprendido astutamente en una estancia que limita al norte con la vida y al este con la duda. Que seas capaz de abandonar tus miedos en este triste círculo de ausencias por el que vagas, en este claustro colectivo en el que se marchita la niebla que todos llevamos encendida bajo la piel.
... este hábito de silencio que te ofrezco es un fragmento de la irrealidad tristemente gestado por lo real; un territorio de reflexión que fue y será ceniza en el espejo de un instante cualquiera de tu vida.
Aún no he escrito nada sobre el puesto de colonias y mermeladas que Maritxu le recomendó a la Bego como negocio. Maritxu vivía en un psiquiátrico. Me pregunto, al mirar el cuadro de Sobrado, si existe una parte de mayo del 68 que no he sabido soñar ¿Cómo se puede resucitar esa víscera caliente que se nos ha helado?