Exposición

JOSÉ GALLEGO

Dibujos transitivos

25.10.2024 - 12.01.2025

c/ Rubio 6, Santander


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Reapertura del MAS

El MAS reabre sus puertas después de las obras de reforma con una selección de sus mejores obras.

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Presentación libro "MAScolecciones2021. Catálogo sistemático"

Viernes 24 de noviembre de 2023

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Día Internacional de los Museos 2023

Jueves, 18 de mayo

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Presentación libro "MAScolecciones2021. estudios y Reflexiones"

Viernes 19 de mayo a las 19.00h

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Fernanado Zamanillo, socio de honor de "amigosMAS"

La Asociación amigosMAS ha decidido nombrar como primer Socio de Honor a Fernando Zamanillo. Será el próximo viernes 25 de noviembre…

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Proyecto Museológico y Museográfico

Documento de trabajo del MAS que desde mediados de los noventa del siglo XX se desarrolla y actualiza de acuerdo a los nuevos contextos.

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Lynne Kurzeknabe

LYNNE KURZEKNABE

(USA, 1941)

 

Cursó estudios superiores de Música en la Universidad de California, en Berkeley, especializándose en dirección de coros. En Alemania recibió el título de profesora para Escuelas Superiores de Música, y en 1974 fundó el Coro universitario de Santander, que en 1978 se transformó en la Coral universitaria, especializándose en la música barroca española. Dirigió el Aula de Música de la Universidad de Cantabria, ha enseñado música en instituciones de Segunda Enseñanza y ha grabado varios discos corales con música fundamentalmente española y barroca. Es especialista en la obra del músico español García Carrasquedo (1734-1812).

 

Alucinando sobre Carlos IV, Nápoles y la Música

 

OH...Nápoles...Ciudad multicolor, donde hay más balcones cubiertos de flores, ropa  tendida y la mejor pasta y pizza del mundo. Flores, colores como el ámbar, naranja, rojo tierra y Burdeos, chillidos en las calles, barullo en cada esquina, acordes de mandolín, canciones napolitanas espontáneas, compases de “Retorna Sorrento”,.. la armoniosa siciliana, danzas vivaces, el sudor de la tarantela y tamborines en la plaza,... fuentes con crescendo de cascadas,.. oleadas de risas, canarios trinando,.. aroma de tomate, orégano y ajos.. bañados en vino y aceite de oliva,.. embrujo hervidero de vida y muerte,  tragedia y alegría,.. luces y sombras,  rincones oscuros,.. recuerdos de glorias pasadas..  murallas, palacios y torres. Un paraíso sensual  y  disfrutar de la vida a cada paso,..   pasiones,  escalofríos,  y el  choque del calor con la brisa del mar. ¡Con  el gran Vesubio al fondo.. siempre desafiante!   ¡Vivir el presente intensamente.. cantar, bailar y amar desenfrenadamente,.. rodeados por una belleza eterna y  alocado aire.. como no podría ser de otra manera... en Nápoles, esa ciudad milagrosa.. que continua resurgiendo de sus propias cenizas! 

 

Y allí estás, Carlos de la casaca naranja, apoyado sobre el regazo de España, pero con un corazón dividido entre España y Nápoles ..porque fue en Nápoles donde naciste.. en 1748 en el Palacio Real, segundo hijo de la reina Maria Amalia de Sajonia y de Carlos VII de Nápoles y las Dos Sicilias. En 1759 al reinar tu padre como Carlos III de España, a ti te nombran Príncipe de Asturias y en 1788 fuiste coronado como Carlos IV de España. 

 

 Aunque llevas 188 años muerto, tu semblante está aquí captado.  Te vemos y tú nos ves a nosotros.  Gracias a la pintura, tu aspecto visual por lo menos está perpetuado.  Pero te falta el mundo de los sonidos....y que buena fortuna tuviste naciendo en Nápoles!  Que privilegio sonoro te  rodeó y llenó tu juventud, formando tu interior espiritual y sentimental. (Lo que le faltó a tu padre, cuya juventud coincidió con un momento musicalmente pobre en la Corte española.  Además,  trasladándose a Italia ya a los 18 años, Carlos III perdió la influencia del famoso castrato Farinelli que en  22 años,  como cantante privado de Felipe V y Fernando VI, llegó a transformar la Corte Española  en uno de los más prestigiosos escenarios musicales de Europa.)  Sí,..  naciste en Nápoles, la “Capital de la Música” de aquel entonces, donde existían los mejores conservatorios y teatros de Europa, donde trabajaban los mejores compositores, cantantes e instrumentistas, lugar apreciado y visitado  por tantos músicos extranjeros.

 

Tu naciste allí... y gracias a tu posición y la insistencia de tu madre, Maria Amalia, gozaste hasta los 11 años de todo lo mejor de la música y que solamente Nápoles podía darte. Que significante que después de tener que marcharte para siempre de España, regresaste a Italia.... primero al Palacio Barbarini de Roma donde murió tu mujer, Maria Luisa,.. y tu... presintiendo tu muerte, retornas a Nápoles... donde falleces dos semanas más tarde, el 19 de Enero de 1819. 

   No fue coincidencia, ....fue algo más fuerte que la casualidad, ..sí.. una fuerza imperiosa te había llevado a este preciso lugar.....tu seno materno, un nido entrañable de luz y melodías inolvidables.... un último abrazo lleno de calidez y de belleza.

 

¿Entonces Carlitos, te parece bien que desde aquí intentemos recuperar la música que llenaba tu interior, de poner en este cuadro las vibraciones del aire, el aliento de la música y el ritmo de la vida,  en suma... el lenguaje más cercano al paraíso?

¡¡¿Que te parece si recuperamos la vida - que te falta en el lienzo? !!   Esos sonidos que te nutrían como la leche materna....que crearon esa semilla de belleza y que te atrajo tan fuertemente .....en la hora de tu muerte.

 No voy a poder verte en todo momento, pero voy a pedir a estos amigos aquí delante, que miren fijamente a tu cuadro mientras oyen la música que TU vas a reconocer.... Van  alucinar conmigo, porque...voy a pedirles que se fijen en tus reacciones y sentimientos,  la tristeza, la alegría, una leve sonrisa, una mirada intensa, una nube de inseguridad, un rubor en las mejillas,....PROPONGO que nos metamos ya en el cuadro.. y entre todos recobrar la vida que te falta... ¿No es una propuesta excitante? ¿Qué?...¿Qué no es posible?  Pero es que ESTAMOS ALUCINANDO y con las vibraciones de la música nuestro objetivo está garantizado!  Prestar atención.. y fijaros en todo lo que os puede comunicar a través de la música nuestro Carlos IV.  ¿De acuerdo?

 

Preparaos....vamos al primer ejemplo (allí en vuestras esquemas).

De jovencito escuchaste mucho  la música de Alessandro Scarlatti, considerado como el padre de la famosa Escuela Napolitana de canciones líricas y armoniosas que iba tener mucha influencia en el nuevo estilo de ópera en Europa.  Scarlatti ya había muerto, pero su prestigio era tan grande que todos los divos de Nápoles cantaban sus arias para ti.. en las frecuentes veladas musicales organizadas en el palacio por tu madre, la reina Maria Amalia.  Te fascinó la técnica y arte de las sopranos como  Faustina Bordoni, Catarina Visconti y  Vittoria Tesi. Pero los que más te impresionaron fueron los castrati de Nápoles como Caffarelli, Grimaldi, Nicolino y Gizziello. ¡Que tesituras más amplias, que agudos tan brillantes, graves aterciopelados, que capacidad de ornamentar, de matizar, que acrobacias! Te daba pena que la iglesia castrara a chicos  tan jóvenes como tú, para evitar el cambio de voz en la pubertad, conservando así sus voces agudas.  ¡Los pobres ni si quiere podían protestar! ¿Porqué no permitían a las mujeres que cantaran en la iglesia y de esta manera evitar la mutilación del sexo masculino?  ¡Desde luego, cosas que nunca llegaste entender! Aunque muchos castrati terminaron sus vidas trágicamente ...¡que maravilla que estos hombres llegaran a aquel estado de perfección artística para dejarte... en un absoluto trance!  Además recordarás que tu madre te contó como el Canto del famoso castrato  Farinelli,  era la única “medicina” milagrosa  que libraba a tu difunto abuelo Felipe V y a tu tío Fernando VI de sus depresiones melancólicas. ¡Imagínate,  con lo trabados que eran, que logro haber conseguido tal cosa!  Años más tarde en El Escorial tendrías la breve oportunidad de conocer al gran Farinelli, quien después de 22 años como cantante oficial de la Corte Española, fue despedido por tu padre, Carlos III.  En aquella ocasión Farinelli también cantó alguna obra de Alessandro Scarlatti, compositor favorito de tu niñez, que seguramente vas a recordar ahora en estos dos lindos ejemplos: 

 

          “Se Florindo e fedele”- versión scarlattiana de las líricas y alegres canciones

napolitanas en compás de tres.   Y

          “O cessati di piagarmi”  - Típica de la siciliana napolitana, en compás de 6/8  con un fluir lánguido y algo melancólico. Dos aires contrastantes, como los dos seres que habitan en tu interior.  ¿Recuerdas como la soprano Vittoria Tesi jugueteaba contigo con sus ojos y gestos allí en el Teatro Real del Palacio,  como si hubiera enamorado de ti,  el pequeño pastorcito “Florindo” de la canción? 

           (ESCUCHAR NÚMERO 1)

                            

(Al Público:)  ¿Habéis visto su expresión tan entrañable, los ojos brillantes, y que casi no respiraba mientras escuchaba a la Vittoria Tesi?   Y alucinando, tengo la impresión que ha reconocido esta música....¿Estáis de acuerdo conmigo?

 

Oye Carlos,   ¿Recuerdas como tu madre  hacía venir de los prestigiosos Conservatorios de Nápoles a los españoles con becas de la Corte,  para interpretar en Semana Santa en la Capilla Real del Palacio... el “Stabat Mater” de Pergolesi.?  Cuando oías la ultima sección, ... “Cuando corpus morietur” te daba tanta pena que este gran compositor napolitano muriese con solo 26 años...y pensabas que si tu también tuvieses que morir tan joven,  preferirías que ocurriese allí .....en Nápoles.   

(Al Público:) A ver ahora..si Carlos la reconoce este trozo del “Stabat Mater” de  Pergolesi...si él refleja la tristeza del comienzo y luego la alegría del triunfante ‘Amen’ al final.

 

(ESCUCHAR  NÚMERO 2)  

 

Te llamaba la atención la voz y musicalidad del solista, un joven tenor español.  Quizás con clases podías llegar a cantar algún día esta música.  Y así, tu madre hizo venir a aquel músico español al Palacio y pronto empezaron tus primeras clases de música y canto con Juan Antonio García de Carrasquedo, que por aquellas fechas estaba terminando sus estudios de composición en el prestigioso Conservatorio della Pietà dei Turchini de Nápoles.  Él era muy simpático y cantaba con una sensibilidad tan fina que te hacía feliz solamente escucharle cantar. Y a tu madre le pasaba igual...nunca se perdió una de vuestras clases (solamente cuando estaba de parto....¡que era casi cada año!)  y además ella luego empezó a compartir las clases  contigo. La amistad y relación alumno-profesor profundizó y Juan Antonio pasaba cada vez más tiempo en Palacio..dando clases, organizando veladas de música de cámara con la Reina y participando en tertulias con artistas napolitanos.  Algunas veces le acompañó su joven tío, Francisco Javier García Fajer,  que recientemente había finalizado sus estudios en el mismo Conservatorio della Pietà.  Los italianos le llamaban “El Espagnoletto” por el éxito que estaba teniendo como compositor de ópera en el país.

Que pena para ti que los dos se volvieron a España en 1756.  Fran. Javier consiguió la plaza de Maestro de Capilla en el Seo de Zaragoza y Juan Antonio sería Maestro de Capilla de Música de la nueva  Catedral de Santander.  Te confesó Juan Antonio que también pertenecía a una familia numerosa en Valmaseda y que después de tantos años en Italia, tenía ganas de estar cerca de ellos.  Más tarde te comunicó que su familia también se había mudado a Santander,  su padre era Capitán del Bergantín de Aduanas del Puerto y su hermana, Rosa, se había casado con el Alcalde Mayor de Santander. Él estaba componiendo sin parar y tenía bastantes músicos a sus órdenes en la Catedral.  Decía que a pesar de estar tan integrado en la vida santanderina, echaba en falta aquel tiempo precioso en Nápoles.    

 

Y ahora volviendo al tema,...por aquellos tiempos la reputación de Nápoles como “Capital de la Música” y también como “Conservatorio de Europa” se había extendido por todo el continente.   Músicos como Haendel , el alemán Hasse,  Christoph Willibald Gluck (de  Bohemia) y muchos españoles como David Pérez, Teradellas, García Fajer “El Españoletto”, García de Carrasquedo, y también Italianos como Piccini, Jommelli y Paisiello se acercaron a Nápoles para estrenar sus obras o aprender el nuevo estilo napolitano en sus excelentes conservatorios.  Muchos  recibieron encargos de la reina, Maria Amalia, de componer óperas para los teatros reales de Nápoles. Así fue el caso del famoso C.W. Gluck quien gustosamente aceptó la oferta de tu madre de estrenar su ópera “La Clemenza de Tito”, con libretto del gran Metastasio, en el lujoso Teatro San Carlo,  construido por tu padre en el comienzo de su reinado en Nápoles.  Tú disfrutabas desde el palco real y quedabas ensimismado con la maestría de expresión de los dos protagonistas, Caterina Visconti y el castrato Caffarelli.  ¡Que sublime “Se mai senti spirarti”, la última aria del castrato en el papel de Sesto,  antes de su muerte! “Ay....si la muerte podía ser tan dulce”  has pensado. 

Y además... tú te sentías completamente identificado con otro gran aria, “Tremo fra dubbi miei”.  (Tiemblo de inseguridad)  ¡Que mala conciencia tenías....parecía que la Visconti estaba cantando... solamente para  ti!  ¡Te había descubierto.. y conocía tu defecto principal!  ¡Que rubor en las mejillas, que sudor tenías!  Pero era verdad,  lo sabías ya y hasta en tu reinado como Carlos IV de España no fuiste capaz de superar tus miedos a la hora de actuar.  Preferías esconderte detrás de tu mujer, Maria Luisa de Parma, que junto con el primer ministro Godoy, llevaban las riendas del país. 

 

Habías contrariado al  pueblo español y también a tu propio hijo, el futuro Fernando VII, hasta que en 1808 tu reinado se derrumbó ante el poder y la ambición de Napoleón Bonaparte y la debilidad de tu propio gobierno. ¡Que bien  descrito estas TÚ en esta aria y que mal lo pasabas escuchándola! “Se mai senti spirarte” te ayudaba a volar y escapar de la realidad, mientras “Tremo fra dubbi miei” te hacía confrontarte contigo mismo.  Y que bien descritos están en la música los dos temas de la letra:  el “valor” con motivos militares,  y el temblar de miedo sobre la palabra “palpitar”.

 

( RECITAR LA LETRA DE “Tremo fra dubbi miei”:)

            Yo tiemblo de inseguridad,

            Temo a la luz del día,

            Y los susurros que me rodean hacen palpitar mi corazón.

            Quisiera esconderme, quisiera enmendar el error,

            Pero no soy capaz ni de esconderme, ni ejercer la palabra.

 

Vamos a concentrarnos ahora especialmente en tu cara, Carlos....si puedes disimular tu mala conciencia ...si sale un rubor en tus mejillas, si respiras mal, si apartas la mirada........  

 

(ESCUCHAR NÚMERO 3)

 

Cuando llegaste a España en 1759, la música iba hacerte confrontarte de nuevo contigo mismo.  Tantas veces escuchaste nombrar a Farinelli  como el “Dios de la Música”, el “Milagro de la Voz humana”, y por fin tendrías la oportunidad de conocerle y poder oírle en persona, allí en la Corte Española donde había sido el ‘favorito’ de tus tíos, Fernando VI y Bárbara de Braganza y antes de tus abuelos Felipe V y Isabel Farnesio.  En  las crónicas de la época existían descripciones de este famoso personaje. Decían  que el poder de Farinelli era tan grande que muchos ministros extranjeros y hasta el rey Luis XV de Francia intentaron sobornarle. Pero él nunca aceptó nada y hasta sus mismos adversarios llegaron a admitir que  era incorruptible.  Otras crónicas de la época decían que era ”siempre modesto y sencillo, se comportaba con afabilidad con sus inferiores y con respeto con sus superiores.... Pocas veces un hombre ha sido alabado de manera tan unánime tanto por su arte como por su carácter.” El historiador dieciochesco, Charles Burney declaraba: “...parece que la pérdida involuntaria de la facultad animal más común y baja, fue la única circunstancia degradante de su existencia”.  Así con todo, te parecía absolutamente intolerable que tu padre pensaba despedir al famoso castrato.  Considerando todo lo que representaba Farinelli, ¿como podía pagar Carlos III a este hombre con aquella moneda?  ¿Cómo se le ocurrió destituir a este gran artista?  Que sufrimiento para ti, cuando en aquella cena le mencionaban a Farinelli y tu padre declaraba textualmente: “¡Los capones sólo son buenos para comer!”  ¡Que indignación sentiste,.... que comentario más estúpido!  ¡¡¿Como podía haber nombrado en publico.. “capón”.. a Farinelli?!! ¿Era su culpa el haber sido castrado de joven...es que merecía aquel trato?  Estabas llorando por dentro, querías protestar y chillarle: “Pero padre, como puedes tratar con tan poco respeto a Farinelli,..... serás recordado en la historia solamente como aquel rey borde,... insensible que echó a Farinelli de España”.  Pero tu padre era  el Rey, y una vez más no tenías el valor de actuar, a decirle todo lo que merecía  .. y tu miedo enfermizo te hizo callar. Por lo menos tu madre se libró del disgusto, porque llevaba algunas semanas  ya en cama.  Ella había conocido al ‘fenómeno Farinelli’ ya en su juventud en Italia, y tenía tanta ilusión de que sus hijos pudieran conocer su gran arte. 

 Cuando llegó el momento de volver a Italia, Farinelli, a pesar de todo.... y especialmente en deferencia a la reina enferma,  tuvo la gran gentileza  de ofreceros una “Despedida Musical”. Aunque  Farinelli había tenido la diplomacia de no protestar sobre el trato de Carlos III hacía él, ... sí llegó su momento - a través de las letras de las arias escogidas con letras trágicas y provocadoras.  Inolvidables fueron las expresiones en las caras....Farinelli fue adorado por la nobleza de la corte, y para ellos fue difícil disimular las lagrimas.  No podían ni imaginar la vida en la corte - sin él.  Se habían traído también a tu madre, allí reclinada en un chaise longue, para oír al gran Farinelli por última vez.  Viste brillar los ojos también de tu padre preocupado por la delicada salud de su mujer. Quizás fue la única vez que una música llegó de verdad a su corazón.  Para terminar, Farinelli escogió una aria de tu autor preferido de la niñez, Alessandro Scarlatti. Otra vez, la letra de una aria parece haber sido escrita para ti. En aquel momento solamente existíais vosotros dos. Este hombre te entendía y tú te identificabas totalmente con él.  Fue increíble...la casualidad de la letra  y la maestría de su interpretación.  Ni en Nápoles - habías oído algo parecido .....¡la brillantez de su voz, las velocidades, los ornamentos, el genio y fuerza de expresión!  ¡Y que barullo de emociones dentro de ti!  Rabia,  indignación, y a la vez,  admiración, cariño y , como siempre, la letra  reflejando tu problema eterno:  el  valor luchando contra el miedo.  Pero aquella noche Farinelli te ayudó a ganar esa  lucha dentro de ti y te libraste de tu inseguridad. Estabas feliz porque Farinelli también ganó sobre tu padre que quedaba insignificante ante su corte.  En un estruendo de aplausos se oían también  - los tuyos.  No podías, ni querías disimular tu entusiasmo. Tu voz se unía a los gritos de “¡Farinelli, un Dios!”   No hacía falta una declaración formal: Farinelli había dejado en ridículo a Carlos III. Farinelli se acercaba a tu madre y besaba su mano pálida. Ella no podía contener las lágrimas, aunque su cara resplandeció de tal felicidad que ni su marido había visto jamás. Para Carlos III aquello fue su  primera derrota total...él, que no había sido capaz de dejarla recuperarse después de cada uno de sus 13 partos.....y que ahora un castrato podía dar a su mujer aquella serena felicidad. Carlos III y Farinelli se limitaban a mirarse fijamente a los ojos.  Fue Farinelli quien primero extendió la mano, pero fue Carlos III el que primero bajó la vista.  

 

Y ahora, Carlos, vamos hacerte revivir aquel momento tan dramático en tu vida.....la lucha en tu interior entre el valor y el miedo y tu deseo de superar aquella debilidad.  ¿Vas a reflejar en tu cara todo el espanto del espectáculo entre el Rey de España y el “Rey de Bel Canto”?  ¿Vas a sentir de nuevo todas las emociones  que afloraron en aquella “Despedida Musical”?   Especialmente cuando Farinelli entonaba su última aria, “Ahí, Qual cordoglio”, que también pintaba musicalmente la lucha entre el valor y el miedo y cuya letra te travesó el corazón.

 

(RECITAR LA LETRA DE “Ahí, Qual cordoglio”:)

 

          Ay, que amarga tristeza, querida madre, atraviesa mi corazón,

          Ante este espectáculo tan horrendo.

          El miedo y el valor luchan en mi interior, haciéndome un gran daño.

          Mi liberación está contrariada por estos dos sentimientos rivales,

          Pero aquel que deseé mi liberación será el vencedor dentro de mi alma.

 

(ESCUCHAR NÚMERO 4)

 

No llegabas a experimentar aquella cascada de emociones en el mundo de las artes.....hasta confrontarse años más tarde con la pintura y figura de TU ‘favorito’ a quien nombraste “Pintor primero de la Corte”,  FRANCISCO GOYA  ....Pero eso es otro cantar!!!!    Así que, volviendo a tu primer año en España, recordaras que...

 

Cuando Juan Antonio García de Carrasquedo se despidió de la Reina en 1756 para ocupar su magisterio de capilla en Santander, la entregó una “Salve Regina” compuesta especialmente para ella en gracias por todas las atenciones hacía él durante aquellos 5 años de actividad musical en el Palacio. ¿Recuerdas como ella se emocionó y pidió cada año en su cumpleaños que se interpretara aquella linda “Salve Regina” de Juan Antonio?   Pero la Reina Maria Amalia  no iba celebrar muchos cumpleaños.... Con un frágil estado de salud y agotada al dar vida a 13 hijos, muere en Madrid en 1760, un año después de su llegada a España. Tu padre guardó su memoria, negándose a contraer nuevas nupcias  En su funeral, os emocionasteis  al escuchar aquella “Salve Regina” que tanto apreciaba Amalia. Este vez  no te fue posible cantar, pero en tu recuerdo veías a tu madre feliz escuchándote cantar en el coro de la Capilla Real de Nápoles.

 

Vamos a fijarnos otra vez, Carlos,  en tus expresiones.  ¿Tendrás una mirada intensa con la entrada de los tenores (que era tu voz)?  O quizás un relajamiento de tu cara cuando Juan Antonio describe musicalmente a tu madre con tanta ternura en la sección de “Vita dulcedo, et spes nostra”.  Recordamos ahora a Maria Amalia con la “Salve Regina” que regaló Juan Antonio García de Carrasquedo a su reina napolitana cuando regresaba a España para fundar la nueva Capilla de Música de la Catedral de Santander.

 

(ESCUCHAR NUMERO 5)

 

Si, Carlos, te hemos visto triste,... destrozado. De verdad, desde aquel momento tu destino no ha sido tan alentador. Tu madre fue una gran mujer, modelo de buen hacer en la corte. Querías sustituirla cuando te casaste, pero...¡como te habías equivocado!  ¡Tu mujer no era ni la sombra de tu madre!  Y tantos problemas has tenido en tu reinado con Maria Luisa, con Godoy, con Napoleón, con tu destierro...que si seguimos así, vamos a tener lágrimas tuyas resbalando por el lienzo....y peor aún....¡vamos estar todos hechos polvo!  Así que vamos hacer un gran salto hasta el final de tu vida...donde cerramos el círculo –en Nápoles, donde fuiste realmente feliz... con tu madre, la música, los conciertos en palacio, tus clases con Juan Antonio, cantando en la Capilla Real del Palacio y disfrutando de óperas en el Teatro San Carlos. ¿Recuerdas aquella aria “Se mai senti spirarte”? – no hay mejor acompañante en este momento culminante de tu vida.  La letra expresa todas las emociones aflorando en este momento y,  junto con la música tan inspirada, vas a triunfar..., el valor aplastará tu miedo y por fin alcanzarás la felicidad. ¡Carlos, escuchar la música....y con tu último suspiro, tenga el valor de mandar tu cariño hacía las orillas de España

 

(RECITAR LA LETRA DE “Se mai senti spirarte”:)

 

             Si sientes alguna vez un aire suave que acaricia tu cara,

             Sabrás que es el último suspiro de tu fiel amor, que muere por ti.

             Cuando mi alma haya abandonado mi pecho, los recuerdos de

             tanto martirio serán dulces con esta recompensa.

 

(ESCUCHAR NÚMERO 6, COMBINANDO LA INTRODUCCIÓN INSTRUMENTAL CON:)   

 

 Y ahora ha llegado...tu final, recuerdos del compositor Gluck en el Teatro San Carlo -   “La Clemenza de Tito” – El aria sublime de Sesto en el momento de su muerte.  ¿Mandarás también tu último suspiro...por los mares hacia España?

         

(CON LOS COMPASES FINALES DE LA MÚSICA SE OYEN  LAS

ÚLTIMAS PALABRAS DE CARLOS IV:)

 

“Estoy feliz de morir aquí donde vi la primera luz,

Estoy triste, España, por haberte decepcionado,

Estoy cansado -----Abrázame, Nápoles ---Llévame,

....y con este suspiro, .......perdóname.......España......”

 

 

                                                                                                                                                                                                                                                                                         

 

JUVENTUD EN NÁPOLES (1748-1759):           

1.  Dos Arias de Alessandro Scarlatti (1660-1725)             

  1. Tipo “napolitana” – “Se Florinda e fidele”           
  2. Tipo “siciliana” – “O céssate di piagarmi”           

(CD: “Arie Antiche” - Cecilia Bartoli)

                                                                                  

2. Del “Stabat Mater” de G.B. Pergolesi (Nápoles 1710-1736)               

     Duetto –“Quando corpus morietur” para soprano y tenor agudo.

                                  (CD: Capella Savaria . Mª Zádori, D.L.Ragin)

 

3.  “Tremo fra dubbi miei”de “La Clemenza de Tito” de C.W.Gluck (1714-1787),

Estrenada en el Teatro San Carlo, Nápoles, el 4 de Noviembre de 1752 y representada

allí repetidas veces. El papel de Vitellia  fue cantado por la soprano, Caterina Visconti.

                                   (CD: “Gluck Italian Arias” – Cecilia Bartoli)

Yo tiemblo de inseguridad,

Temo a la luz del día

Y los susurros que me rodean hacen palpitar mi corazón.

Quisiera esconderme, quisiera enmendar el error,

Pero no soy capaz ni de esconderme, ni ejercer la palabra.

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LLEGADA A ESPAÑA COMO “PRINCIPE DE ASTURIAS” (1759) --

CONFRONTACIÓN DE CARLOS III y “FARINELLI”—LA DESPEDIDA

4. “Ahí! Qual cordoglio...doppio affetto” de “Sedecia, Re di Gerusalemme” de Alessandro Scarlatti (1660-1725), representada en Roma y Nápoles.                                                                                             

                             (CD:  “Opera Proibita” – Cecilia Bartoli)

 

Ay, que amarga tristeza, querida madre, atraviesa mi corazón,

ante este espectáculo tan horrendo.

El miedo y el  valor luchan en mi interior, haciéndome un gran daño.

Mi liberación está contrariada por estos dos sentimientos rivales,

Pero aquel que deseé mi liberación será el vencedor dentro de mi alma.

 

MUERTE DE LA REINA MARIA AMALIA DE SAJONIA (1760):

5. “Salve Regina”  de Juan Antonio García de Carrasquedo (1734-1812), Primer Maestro de Capilla de la Catedral de Santander desde 1756 y anteriormente alumno del prestigioso Conservatorio della Pietà de Turquini de Nápoles.

                            (CD: “Maestros de Capilla de Santander”  -                                                                            

                   Investigación y Dirección Musical:  Lynne Kurzeknabe)

 

MUERTE DE CARLOS IV en NÁPOLES (19 Enero de 1819)

6.  “Se mai senti spirarti” de “La Clemenza de Tito” de C.W. Gluck

Interpretada por el gran castrato, “Caffarelli”en el papel de Sesto.  (Teatro San Carlo de Nápoles)                     

  (CD: “Gluck Italian Arias” – Cecilia Bartoli)

 

Si sientes alguna vez un aire suave que acaricia tu cara,

Sabrás que es el ultimo suspiro de tu fiel amor, que muere por ti.

Cuando mi alma haya abandonado mi pecho, los recuerdos de

tanto martirio serán dulces con esta recompensa.